El negocio de la automoción es un “infierno”, en palabras del propio Elon Musk. Por eso el fundador de Tesla decidió volver a pasar las noches en la planta de ensamblaje en Fremont para seguir de cerca cómo avanza la producción del Model 3. El fabricante de coches eléctricos logró elevar el ritmo de este vehículo a 2.020 unidades semanales a final de marzo. Es un salto considerable, pero que sigue aún por debajo de su propio objetivo.

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El Model 3 es el vehículo eléctrico de Tesla para el mercado de masas. “Mi trabajo como consejero delegado es concentrarme en lo que es más crítico”, señala Elon Musk en una nueva serie de mensajes que colgó en Twitter, solo unas horas después de bromear con la bancarrota de la compañía. El chiste irritó a inversores tan fieles como Gene Munster, de Loup Ventures, que lo calificó como un “gran error”.

Las últimas cifras muestran progresos. La producción total de Tesla en el primer trimestre fue de 34.494 vehículos, lo que representa un incremento del 40% respecto al último trimestre de 2017. “Fue el más productivo de nuestra historia”, señala la compañía. De este total, 24.728 unidades corresponden al sedán de lujo Model S y al todocamino Model X. Las 9.766 unidades restantes son del utilitario Model 3, que cuadruplicó.

Tesla insiste en que este incremento representa “el mayor crecimiento de cualquier compañía de la era modera” de la automoción. Es más, augura que si se mantiene este ritmo se superará el hito que logró el Model T. Pero la media semanal durante el trimestre fue de 700 unidades. Musk asegura que durante los tres primeros meses del año se lograron resolver los cuellos de botella que el Model 3 estaba sufriendo en la producción y en el suministro.

El ritmo de producción del Model 3 sigue estando, en cualquier caso, por debajo de las 2.500 unidades semanales que esperaba alcanzar en el primer trimestre. Tesla afirma, sin embargo, que logrará elevarlo progresivamente hasta alcanzar las 5.000 unidades en tres meses. Si lo cumple, estaría en línea con el objetivo que se fijó la compañía al cerrar 2017.

La producción semanal del Model 3 iguala en este momento a la combinada del Model S y del Model X. “Los que llevó cinco años lograr para el S y el X, lo hicimos en solo nueve meses con el 3”, señala la nota de Tesla con la producción. El anuncio fue recibido con un repunte del 4% en la cotización de la compañía, que perdió un tercio de su valor desde el último máximo anual.

El ritmo de producción actual, sin embargo, no es suficiente para disipar las dudas sobre su viabilidad financiera. Tesla debe seguir invirtiendo para elevar la capacidad y los ingresos que le genera el Model 3 no le dan aún la liquidez que necesita para servir su abultada deuda. La compañía espera empezar a generar un flujo de caja positivo en el tercer trimestre y asegura que no tendrá que acudir al mercado este año para dotarse de capital adicional.

Fuente: El País