Objetivo cumplido. El último consejero delegado de Banco Santander en la etapa de Emilio Botín, Javier Marín, no ha querido dejar de ser banquero, pese a que hace cinco años la nueva presidenta, Ana Botín, decidió prejubilarle con 48 años de edad.

Ahora con 53 años ha decidido volver al escenario bancario como primer ejecutivo de Self Bank, firma que ahora ha cambiado de marca. Marín presentó este martes su nuevo proyecto tras haber adquirido en febrero de 2019 -aunque el acuerdo de compra se alcanzó en junio de 2018- este pequeño banco digital a Société Générale (propietario de tras su compra a Boursorama, de donde colgaba esta entidad), junto al Warburg Pincus, una firma de capital riesgo estadounidense.

“No podía estarme quieto, y hago lo que sé, hacer banca”, ha explicado Marín en la presentación del nuevo banco que ahora se denominará Singular Bank. La nueva aventura profesional de Marín le ha costado una gran suma de dinero.

Al salir de Banco Santander como prejubilado recibió alrededor de 7,4 millones de euros en concepto de prejubilación como director general (cargo que ocupó durante 23 años), cifra que podría haberla cobrado a lo largo de los ejercicios que le restan hasta su jubilación (hasta algo más de los 65 años de edad), pero optó por recibirlos de una vez, y el pasado año, en 2019, tuvo que devolver la mayoría de esta cantidad al haber vuelto a la actividad bancaria.

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Pero parece que la profesión le puede. “Me divierte”, comentó ayer tras explicar las nuevas líneas del banco que acaba de lanzar, y que asegura que no se parecerá a Banif, la antigua filial de banca privada de Santander y en la que fue consejero delegado desde 2001 hasta su absorción por la propia entidad martiz del grupo en 2007. “El cliente ha cambiado, lo mismo que la forma de hacer banca. Ahora con predominio de la digitalización”, explicó el directivo.

Marín, que cuenta con el 5% del capital de ahora Singular Bank, otro 5% controlan directivos del banco y el 90% restante está en manos del fondo estadounidense, tiene la intención de plantar batalla en la banca privada. La novedad es que apuesta por una propuesta digital que promete adaptarse a las necesidades individuales del cliente. “Tenemos claro que no hay dos clientes iguales. Y, por tanto, no deberíamos hablar de los clientes en plural, sino del cliente en singular”, explicó Martín durante la presentación de la nueva estrategia y donde aseguró que “si cada cliente es distinto, el banco tiene que ser también distinto para cada cliente”.

La entidad unirá a los servicios bancarios y de inversión que ya ofrecía una nueva oferta de asesoramiento 100% digital, que permitirá al cliente elegir la manera de relacionarse con la entidad y gestionar sus finanzas. Eso sí, pese a haberse cambiado la marca, la firma conservará la denominación de Self Bank para los clientes que opten a gestionar su dinero únicamente de forma digital. Además, contará con banqueros en remoto para los clientes más autónomos.

El nuevo modelo supone sumar a su oferta de banca del día a día, de inversión y de ahorro, un nuevo servicio personalizado de asesoramiento patrimonial y gestión discrecional de carteras y financiación.

Según el patrimonio del cliente, su perfil y el grado de involucración que quiera tener en la gestión de sus finanzas, podrá elegir entre gestionarlas de forma autónoma con las herramientas ofrecidas por el banco, recibir asesoramiento antes de tomar sus decisiones o dejar en manos de un equipo profesional la gestión discrecional de sus carteras. Así, combinará una oferta de banca privada para clientes con más de medio millón de euros y servicios de inversión a través del móvil o internet para clientes digitales “sin una exigencia mínima de capital, pero que sean activos con sus ahorros”, ha explicado Marín.

El banco ha contratado hasta el momento a 41 banqueros, pero su objetivo es seguir haciendo bastantes más fichajes, según ha explicado Javier Marín en la presentación de la entidad.
También pretende contar con presencia física, para lo que cuenta ya con oficinas en Madrid, Zaragoza y Sevilla. Y prevé abrir en Barcelona, pero no ha puesto fecha para ello. La condición es encontrar banqueros que “comulguen” con su forma de hacer banca. Marín explicó que el banco no descarta salir a Bolsa, pero tampoco ha marcado un horizonte. “Cada día tiene su afán”, dijo, parafraseando al banquero fallecido Emilio Botín, para añadir que “podría ser un tema interesante”.

El banco no espera obtener sus primeros beneficios hasta finales de 2022, una vez superadas las pérdidas de este año y el próximo ejercicio. La firma tiene un presupuesto, sin desvelar, para acometer compras, como reconoció el número uno de la entidad. “Cuando veamos oportunidades inorgánicas las analizaremos para ver si tienen sentido, financiero y estratégico”, avanzó.

Lo cierto es que el banco lleva un año explorando oportunidades, pero aún no ha logrado su objetivo de comprar otra firma.

Otras claves del nuevo modelo

Negocio. En la actualidad el banco cuenta con 500 millones de euros en depósitos, 500 millones de euros en valores y 1.000 millones en fondos de inversión.

Un fondo como principal accionista. Tras la salida de Apolo de Evo Banco, Singular se ha convertido en la única entidad financiera española cuyo principal accionista es un fondo de capital riesgo estadounidense Warburg Pincus, que controla el 90% de su capital.

Dígital a físico. El consejero delegado de Self Bank explicó que el banco “está siguiendo un camino contrario al resto”, ya que pasa de ser una entidad únicamente digital a ampliar la interacción a lo físico”.
Números rojos. En 2018 Self Bank registró pérdidas por 2,67 millones de euros, mientras que en los tres primeros trimestres de 2019 perdió 6,44 millones.

Todo tipo de ahorradores. Singular Bank tiene previsto captar clientes de todos los espectros de ahorro. Pero para las unidades familiares a partir de 500.000 euros habrá asesoramiento personalizado.

Fuente: Cinco Días