La venta de armas por parte de España a Arabia Saudí es un tema que despierta sentimientos de rechazo a nivel global y es difícil no ser crítico con este tipo de relación comercial. Sin embargo, deberíamos analizarlo de forma reflexiva y objetiva, y desde un punto de vista práctico y económico.

Por una parte, podemos constatar que los principales proveedores de armas a Arabia Saudí son Estados Unidos, con un 60,8%, y Reino Unido, con un 22,9%. España solo suministra un 2,4% de las armas que importa el país saudí, una cantidad poco significativa cuya eliminación no representaría un freno en su importación de este tipo de productos.

Por otro lado, durante los últimos años las relaciones comerciales entre España y Arabia Saudí han tenido una evolución muy positiva. La balanza de bienes, que siempre ha sido negativa para España por la importación de crudo del país saudita, ha ido mejorando paulatinamente, y la balanza de servicios es ahora muy favorable para España. Nuestro país es uno de los principales proveedores de servicios de ingeniería en el Golfo Pérsico en general y en Arabia Saudí en particular. Exportamos todo tipo de servicios de ingeniería que incluyen el diseño, la construcción y la participación en infraestructuras.

Esta buena salud de la ingeniería española en el país saudí no tiene lugar solo a nivel de grandes grupos multinacionales, como podría ser el proyecto del AVE del Desierto, gran éxito de la industria ferroviaria española, sino que un gran número de pymes españolas venden sus servicios de ingeniería a ese país. Para la construcción de puentes, carreteras y otras infraestructuras es habitual la participación de empresas españolas en los concursos públicos. Nuestras empresas de ingeniería están muy bien consideradas en Arabia Saudí y además las empresas públicas saudíes aceptan de buen grado su participación en los proyectos.

La cancelación de los contratos existentes para la venta de armas deterioraría las actuales relaciones comerciales con el país saudí, que tantos años de trabajo ha costado crear. Un solo gesto político, que no sería relevante en el freno de la compra de armas por parte de Arabia Saudí, tendría una repercusión muy negativa en la economía global de España.

Mucho cuidado por tanto, porque las decisiones importantes a nivel político de cualquier país se deben apoyar siempre en el análisis y la reflexión y sus posibles consecuencias económicas.

María Ángeles Ruiz Ezpeleta es profesora de Gestión Global en EAE Business School

Fuente: Cinco Días