El cartel de bío y eco es hoy en día un valor añadido para la alimentación. Los consumidores están cada vez más preocupados no solo por lo que comen sino por la producción sostenible. Así, los huevos se han convertido en un nuevo campo de batalla entre la distribución.

El objetivo es eliminar las jaulas, dando más libertad a las gallinas ponedoras. La fecha clave para ello será 2025. Para entonces, El Corte Inglés, Carrefour y Huevos Guillén, el proveedor de Mercadona, se han comprometido a eliminar este tipo de producción. Se ha adelantado Lidl, que este año ha comenzado a vender ya solo referencias de gallinas libres. Además, fabricantes como Nestlè o Dulcesol también han anunciado que dejarán de utilizar ese tipo de huevos.

Este hecho supone un reto para la industria. De las 43,6 millones de gallinas que había en España en 2016, último censo publicado por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, el 93% estaban criadas en jaula, pese a suponer menos del 45% del total de las explotaciones. Sin embargo, en la última década se ha duplicado el número de animales criados sin jaula. Es uno de los países con menos gallinas de cría alternativa (en suelo, campera o ecológica). Mientras en España suponen un 7% , a nivel europeo supera el 44% y en algunos países como Alemania o Suecia, se alcanza el 80%.

Sin embargo, el Ministerio ya aseguraba en un informe del pasado año que se estaba viviendo un trasvase de un tipo de producción a otra. Precisamente señalaba que esta transformación se va a acelerar por la creciente apuesta que están haciendo los supermercados.

Los productos frescos son el campo de batalla en el que se mueve la gran distribución en los últimos años. Todas han reformulado su oferta al respecto, como manera de ganar terreno frente al comercio tradicional. En esa apuesta han querido diferenciarse frente al resto. Los huevos son una muestra más de ello.

No en vano, según datos de Kantar Worldpanel presentados la semana pasada, la venta de huevos creció un 4,7% en 2017, frente a un sector que de media ha crecido un 1,3%. Es un ejemplo más del interés de los consumidores por los productos saludables.

El cambio es complejo. Los proveedores de los supermercados tienen que transformar las explotaciones, lo que acarrea importantes costes. Algunas como Lidl ya avanzaron que no repercutiría en el precio final, sino en los márgenes de la compañía. La empresa alemana cifró en 10 millones la inversión necesaria por ella y por sus cuatro proveedores para acometer la transformación.

La distribución ha encuadrado esta apuesta dentro de su “política de bienestar animal”, como señaló El Corte Inglés en diciembre. Se trata de un mensaje muy relevante en un contexto en el que los consumidores están cada vez más preocupados por las prácticas en la cadena alimentaria. Sin embargo, uno de los proveedores de Lidl ya reconoció que no hay variación en el valor nutricional de los productos.

La cría sin jaula acelera la creación de granjas

Crecimiento. El número de explotaciones de aves de puesta alcanzó en diciembre las 1.317, el nivel más alto desde 2011, aunque todavía por debajo de los niveles previos a la crisis. En cinco años el incremento ha sido de casi un 10%.

Puesta alternativa. En el incremento de explotaciones ha tenido una importancia clave la apuesta por las nuevas formas de cría alternativa a la jaula, que han pasado de suponer menos del 40% a más del 56% desde 2009.

Fuente: Cinco Días