Luis Alfonso López de Herrera-Oria vuelve a intentar el camino de éxito que tuvo con Axiare. Tras perder el control de la compañía, por una opa de Colonial a principio de año, el veterano directivo del sector inmobiliario está preparando el lanzamiento de un nuevo vehículo que cotizará en Bolsa en breve.

Se trata de la compañía Arima Real Estate, constituida hace tres meses, según se puede comprobar en los registros a través de la herramienta Insight View. El fundador de Axiare también monta esta nueva empresa como socimi (sociedad cotizada de inversión en el mercado inmobiliario), si bien previamente había valorado lanzarla como un fondo. Los planes es que cotice, de forma inminente en la Bolsa española, según informan fuentes del mercado.

De igual forma que en 2014 hizo con Axiare, la pretensión de López de Herrera-Oria es sacar la empresa a Bolsa sin activos. Busca lanzar una ampliación de capital por alrededor de 250 millones de euros. En el caso de que logre captar esa cifra, la capacidad inversora de la nueva Arima (que significa alma en euskera) podría llegar hasta el entorno de los 500 millones, si considera que el apalancamiento más habitual en la compra de inmuebles se sitúa normalmente el 50% en deuda sobre el valor del activo.

Herrera-Oria montó Axiare a los pocos meses de aprobarse la normativa de las socimis a finales de 2012. Fue de las primeras de estas sociedades en debutar en el mercado sénior, donde se encuentran las grandes inmobiliarias, frente a otras 60 socimis que han ido saliendo en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB). Hace cuatro años, la empresa logró 360 millones de recursos en la salida a Bolsa. En concreto, lanzó 36 millones de acciones a un valor nominal de 10 euros. Aunque la compañía quería captar en principio 400 millones, supuso un éxito que le sirvió para comenzar a comprar activos.

En esta nueva sociedad inmobiliaria el directivo confía en el mismo equipo que le acompañó en Axiare

Está por ver si ahora la estrategia de estrenarse en el mercado para captar recursos con una socimi vacía, sin inmuebles, funciona en estos momentos en los que los precios están disparados. El mercado se ha endurecido y mira con cierto recelo al sector inmobiliario. Tras la salida a Bolsa en febrero de la promotora de viviendas Metrovacesa (controlada por Santander y BBVA), que tuvo que rebajar su precio y retrasar un día el debut, los siguientes intentos han descarrilado.

Fue el caso de la gestora inmobiliaria Azora, que suspendió su estreno a menos de 48 horas de su debut. Y Testa, la mayor socimi de vivienda en alquiler (controlada en ese momento por Santander, BBVA, Acciona y Merlin) tuvo que cancelar su puesta de largo y dirigirse al MAB para cumplir el requisito legal de estas sociedades, que deben cotizar en dos años desde su constitución.

En sus apenas cuatro años de vida, Axiare sumó 1.710 millones de euros en activos, fundamentalmente oficinas en Madrid, pero también carteras logísticas y de retail, hasta que Inmobiliaria Colonial se la engulló a principios de año mediante una opa (que valoraba la empresa en 1.410 millones), por lo que la socimi desapareció.

Por esa opa, Herrera-Oria se embolsó alrededor de 26 millones al vender a Colonial las acciones que había ido recibiendo en los últimos años como parte de su remuneración. Además, cobró un bonus de 10,6 millones y el equipo de la socimi fue indemnizado con 36,4 millones de euros en títulos por la toma de control de Colonial.

Este directivo es un viejo conocido del sector. Lideró la cotizada Prima Inmobiliaria a finales de los años 90 y principios de la década pasada, cuando estaba controlada por el Grupo Kio. En el año 2000 fue adquirida por Vallehermoso, dando como resultado Testa Inmuebles en Renta.

Más tarde crearía la gestora Alza Real Estate y la sociedad Rodex Asset Managment, vehículo con el que ejerce actualmente el papel de administrador único de la nueva socimi Arima. En la nueva inmobiliaria incorpora como apoderado a Iván Azinovic, abogado socio de EY, en el que también confió en Axiare. Además suma al proyecto a su equipo en la anterior socimi: Guillermo Fernández-Cuesta, Stuart McDonald, Chony Martín y Fernando Arenas.

En esta etapa, la nueva socimi necesitará buscar accionistas sobre todo entre los extranjeros, que son los que han apoyado desde hace cuatro años la reactivación del sector. En el caso de Axiare entraron inversores como Perry Capital, T. Rowe Price, Pelham, Citigroup, Gam International y Deutsche Bank. Se desconoce si la nueva inmobiliaria tiene ya una cartera de posibles oportunidades de inversión a corto plazo, aprovechando su experiencia en Axiare.

Sumarse a Merlin, Colonial y Lar España

El ‘boom’. Fue en 2014 cuando llegó la fiebre de las socimis, con los estrenos en la Bolsa española –en el mercado sénior, no en el Mercado Alternativo Bursátil– de Lar (el 5 de marzo de ese año tras lograr 400 millones de euros), Hispania (14 del mismo mes y 500 millones), Merlin (30 de junio y 1.250 millones) y Axiare (9 de julio y 360 millones). En junio de 2017, por su parte, Colonial sufrió una metamorfosis al dejar de ser una inmobiliaria clásica para transformarse en una socimi. Pero en el último año han desaparecido dos. Blackstone cerró la compra de Hispania a 18,25 euros por acción mientras que Colonial compró Axiare el pasado febrero a 18,36 euros por título.

Regulación. La figura de las socimis es el espejo de los REIT (Real Estate Investment Trust) que nacieron en Estados Unidos en los años 60. Se regularon en España en 2009, pero el Gobierno acabó de afinarlas a finales de 2012. Tributan al 0% en el Impuesto sobre Sociedades y están obligadas a repartir dividendo (que sí tributa). No obstante, si un accionista tiene más del 5% del capital y paga menos del 10% por ese dividendo, la socimi estará gravada con un 19% sobre el importe de los dividendos entregados a ese socio.

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Fuente: El País