El jefe de Deutsche Bank, Christian Sewing, acaba de recibir una ayuda inesperada de su rival Jean Pierre Mustier, que dirige el banco italiano Unicredit. Ambos compiten por el afecto de Commerzbank. La llegada de otro pretendiente ejerce una presión adicional sobre el Gobierno alemán –mayor accionista de la entidad objetivo, con un 15,6%– para que apoye un matrimonio doméstico.

Según el Financial Times, Unicredit está preparando una oferta para tomar el control de Commerzbank en medio de las señales de que los planes de fusionar con su compatriota Deuthsche Bank están encontrando dificultades.

El plan de Unicredit prevé comprar una participación considerable en Commerzbank y fusionarla con su filial alemana, HypoVereinsbank (HVB), según la información, que ninguno de los implicados quiso comentar.

Mustier lleva un tiempo merodeando por el universo bancario europeo en busca de socio. Ya había señalado su interés en Commerzbank a finales de 2017, informó entonces Reuters. Pero el momento no era el ideal: el banco italiano se encontraba en medio de una penosa reestructuración. Con la mayor parte de ella ya completada, Unicredit está en una posición más fuerte para considerar una operación.

La fusión de su filial HypoVereinsbank con Commerzbank podría suponer un ahorro de costes antes de impuestos de 1.600 millones de euros, según los analistas de la entidad italiana Banca Akros.

Esto aumentaría la rentabilidad de UniCredit en el difícil mercado alemán: HypoVereinsbank obtuvo un rendimiento sobre el capital de menos del 2% el año pasado.

Deutsche calcula que podría obtener aproximadamente el doble de ahorro de costes de una combinación con Commerzbank. Pero el acuerdo en torno a HypoVereinsbank implicaría menos despidos que los 30.000 puestos de trabajo que podrían perderse con la fusión con Deutsche Bank.

Implicaría un riesgo de ejecución menor que intentar integrar la gran banca mayorista de Deutsche. Una unión de HypoVereins­bank y Commerzbank tendría alrededor del 10% del mercado alemán… similar a lo que tiene Deutsche.

Sin embargo, si Commerzbank escogiera un pretendiente italiano, Deutsche Bank quedaría plantado en el altar. Eso socavaría el plan del Gobierno alemán de apuntalar el prestamista aumentando su base interna.

Mustier podría ser el siguiente en la cola si las conversaciones de Commerzbank con Deutsche Bank fracasan. Pero también le ha dado al Gobierno otra razón para hacer que la boda ocurra.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

Fuente: Cinco Días