La Clínica de Navarra, uno de los centros sanitarios privados de referencia en Pamplona, acaba de inaugurar su nuevo hospital en Madrid. Su director general desde 2005, José Andrés Gómez Cantero (Bilbao, 1964), ingeniero industrial por la Universidad de Navarra, acomete este plan de expansión con el objetivo de duplicar el número de pacientes, en torno a 170.000, y elevar en tres años la facturación hasta los 220 millones de euros, desde los 165 actuales, tras una inversión de 25 millones; además de generar conocimiento.
¿Cuál es el balance de la sede madrileña?
Es positivo, aunque sea muy preliminar. Casi todo el hospital está en funcionamiento, salvo los aceleradores de radioterapia, disponibles en marzo. En ambulatorio hemos mejorado las previsiones, con el doble de consultas, unas 8.000 en un mes, frente a las del policlínico [ya cerrado]. Y hemos llenado una de las dos plantas de hospitalización. Estamos contentos.
¿Qué significa para este centro estar en Madrid?
Primero, estamos teniendo más visibilidad. Estar en Madrid da muchas oportunidades que no tenemos estando solo en Pamplona. Segundo, hemos estado recuperando pacientes que hacía tiempo no nos visitaban en Pamplona, quizá por la distancia o por tener también una muy buena oferta hospitalaria en Madrid. Y tercero, potencia la investigación y el aprendizaje.
Los pacientes extranjeros vienen fundamentalmente de Portugal; también de Ecuador, México y Centroamérica; Angola y Guinea, y cada vez más del este de Europa
La clínica recibe también pacientes extranjeros, ¿a cuánto asciende esta cifra?
En 2017 registramos entre 165.000 y 170.000 consultas, de las que 2.500 eran extranjeros. Vienen fundamentalmente de Portugal, y esperamos que ahora visiten más Madrid. Recibimos muchos pacientes de Latinoamérica, porque en la Universidad de Navarra estudian muchos alumnos latinoamericanos, de Ecuador, México y Centroamérica; también de Angola y Guinea, y cada vez más del este de Europa. Queremos potenciar esas áreas geográficas tanto en Madrid como Pamplona.
¿Es por el auge del turismo sanitario?
No nos gusta el término turismo sanitario, porque la sanidad es algo más serio. Algunos no vienen por turismo, sino a curarse, a tratarse enfermedades graves: patologías hematológicas, tumores, en niños también, o trasplantes de médula. Nos movemos mucho en el mundo de la oncología. Creemos que la sanidad española tiene un gran nivel de calidad y es competitiva en precio. España es un destino muy bueno para tratarse y vemos una oportunidad muy buena en poder crecer en pacientes internacionales.
¿Por qué decidieron abrir en alianza con algunas aseguradoras?
Contamos con Acunsa, nuestro principal socio. Pero hemos hecho acuerdos importantes con Mapfre, Sanitas y DKV y Musa Mutua Sanitaria, que permiten a muchos de sus asegurados acceder a la clínica. Ya teníamos con otras compañías, pero quizás más dirigidas a pólizas de reembolso.
Cuando dice tener acceso a la clínica, ¿qué significa?
La cobertura depende de las pólizas, pero son acuerdos para que los asegurados puedan acceder a todos los servicios. En algunos casos, según la prima, se da también entrada a algunas especialidades. A futuro, queremos llegar acuerdos con más aseguradoras en la medida en que vayamos creciendo. Lo que nos gusta es ir a pólizas que den acceso abierto a todos los asegurados y que permitan al paciente acceder a cualquier especialidad, pero eso no siempre es posible, dependerá del precio de la póliza y del convenio que tenga el asegurado con la compañía.
En un mercado tan atomizado como el de seguros, ¿cuál es la ventaja de Acunsa?
Da acceso libre a cualquier especialidad en Pamplona y en Madrid. Es normal, porque es la aseguradora que surgió de la clínica y que ha trabajado en exclusiva desde hace muchos años. Pero eso no quita que queramos abrirnos a otras compañías.
¿En qué áreas de trabajo se enfocarán?
Impulsaremos la unidad central de ensayos clínicos y estableceremos una relación muy fuerte entre nuestros investigadores, médicos y la industria, para que los fármacos puedan ser utilizados por nuestros pacientes antes de salir al mercado. Por otro lado, la investigación se apoya mucho en la revisión de series, y queremos utilizar las muestras de los pacientes para poder investigar, que puedan viajar, para que los pacientes lo hagan lo menos posible, y que nuestros laboratorios de investigación básica en Pamplona puedan usarla para probar fármacos, terapias…, así como la revisión de los resultados clínicos: por qué unos pacientes responden a una terapia y otros no. Eso hay que analizarlo porque es la manera de lograr que la medicina avance.
La sanidad privada está obligada a entenderse con la pública ante la mayor demanda
¿Qué novedades tecnológicas incorpora?
Apostamos por la oncología radioterápica y el diagnóstico de imagen, pero queremos utilizar esas herramientas no solo para diagnosticar enfermedades, sino para investigar y diseñar nuevos protocolos y diagnósticos. También queremos potenciar la medicina de precisión. Estamos en contacto con la Clínica Mayo para impulsar un programa con impacto en oncología, medicina interna, neurología y cardiología.
¿Qué opina sobre las operaciones de compras en el sector? ¿Tiene alguna a la vista?
Es lógico en un mundo cada vez más competitivo y donde debe ganar la eficiencia. Pero no tenemos ninguna en el horizonte. Venimos a Madrid precisamente para ganar en volumen de pacientes. Colaboraremos desde la investigación, ya lo hacemos con centros públicos y privados, y asistencialmente, porque la medicina está cada vez más subespecializada. No descartamos llegar a acuerdos con algunos hospitales.
¿El alza de la sanidad privada se debe a las deficiencias del sistema público?
Se habla mucho de las deficiencias del sistema público de salud, que tiene una demanda infinita, además de una población envejecida, con más pacientes crónicos, por eso siempre va a tener problemas de capacidad. La sanidad privada va a crecer, porque aumentará la demanda y no porque la pública lo esté haciendo mal. A esto le sumamos que es atractiva para pacientes internacionales. Estamos obligados a entendernos con el sistema público y ayudar a que sea sostenible en el tiempo.
¿ Cuáles son las expectativas del centro de posgrado?
Es un proyecto de la Universidad de Navarra, más que de la clínica, donde se van a desarrollar algunos programas de posgrado y másteres muy enfocados a la práctica profesional. Para nosotros también es una oportunidad muy buena, porque nos permite replicar el modelo docente de Pamplona. Nos va a dar posibilidades para enfermería, algunos programas están acreditados y otros serán de formación continuada; lo mismo pasa en el área de medicina, nuestra idea, aunque todavía no lo tenemos definido, es que haya algún programa acreditado. Esperamos que esté operativo en septiembre.
Un modelo hospitalario similar al anglosajón, cristiano y centrado en el paciente
José Andrés Gómez Cantero explica el modelo por el que se rige la Clínica de Navarra: «Somos un hospital académico universitario, que pertenece a la Universidad de Navarra. Nuestro modelo es similar a los hospitales académicos anglosajones, donde la docencia está presente; aprovechamos la asistencia sanitaria para que médicos más jóvenes, residentes y estudiantes de medicina puedan aprender de la práctica. En Pamplona tenemos residentes, en Madrid todavía no, porque hacen falta algunos años para acreditarse, pero nuestra idea es que lo podamos tener a futuro. Está presente siempre la investigación, porque, como hospital, queremos no solo curar enfermos sino también generar conocimiento en el ámbito sanitario».
«Queremos innovar utilizando de manera inteligente la tecnología disponible y colaborando tanto con empresas tecnológicas como farmacéuticas para probar las innovaciones de manera segura con los pacientes. Hay otra parte que está muy ligado también con el modelo que tenemos de pensar en el paciente, en la persona, en la familia del paciente. Somos un hospital de inspiración cristiana [propiedad del Opus Dei] y creemos que es importante respetar la dignidad de la persona, atender a la familia, ver a cada paciente en su integridad y no como una persona que padece una patología. El modelo de cuidados de enfermería está, por ejemplo, muy apoyado en esta visión, que procura, con un grado de especialización en una patología o tecnología concreta, cuidar la paciente».
Fuente: Cinco Días