España es una superpotencia turística a nivel mundial. Eso es un hecho que no se puede cuestionar. Sin embargo, quien piense que nuestro país aún no tiene margen de mejora por el simple hecho de ser superpotencia está muy equivocado. Nuestro país es una referencia en el sector turístico, pero no se puede dormir en los laureles si quiere seguir creciendo y consolidarse como un país en el que invertir. Por ese motivo no solo hay que mejorar el turismo clásico de sol playa (+ gastronomía), sino en otras modalidades como son el turismo de negocios, el cultural o el de compras para fomentar la inversión.

España se encuentra entre los cinco destinos preferidos para la celebración de congresos y en cuanto a turismo de negocios se refiere. Así lo reflejan los datos ofrecidos por la Asociación Internacional de Congresos y Convenciones (ICCA) y por Ostelea School of Tourism & Hospitality. Esta rama, de las más fructíferas del turismo, deja en nuestro país más de 5.000 millones de euros anuales, aumentando entre el 1,5% y el 3% cada año, siendo de los países con más cuota de mercado, solo superado por Estados Unidos y Alemania, y con mayor participación.

Así lo acreditan ferias tan importantes y de carácter internacional como pueden ser el Mobile World Congress, South Summit, Fitur o la Feria de Muestras de Valladolid. Barcelona y Madrid se encuentran en el top 10 global de ciudades preferidas por las empresas para el turismo de reuniones. Cada año estas cifras mejoran, aumentando los ingresos, el número de eventos y la participación. Estos datos nos hacen ser un referente mundial en materia de turismo de congresos, siendo uno de los sectores más importantes de la industria de los viajes en nuestro país.

Sin embargo, no todo son alegrías. En la última década España ha sufrido un descenso gradual en los últimos años, con la crisis económica y la tensión política como principales causas. Este paulatino retroceso está siendo aprovechado por países europeos, especialmente los vecinos Portugal y Francia, para consolidar su propio turismo de negocios a costa de España. Ciudades como Ámsterdam, Roma, Hamburgo o Lisboa están experimentando un fuerte crecimiento en materia de turismo de negocios que puede afectar a la hegemonía española si nos dormimos en los laureles.

Barcelona es la ciudad española donde más congresos se realizan, y la tercera en todo el mundo, mientras que Madrid es la segunda ciudad española y la quinta mundial. Sin embargo, Barcelona puede perder el año próximo esta posición privilegiada. La seguridad y la estabilidad política del destino es uno de los factores más importantes que hacen de una ciudad el sitio más atractivo para celebrar un congreso o realizar turismo de negocios. Los terribles atentados del pasado verano unidos a la tensa situación política que se vive en Cataluña ya están afectando considerablemente a la Ciudad Condal.

Por otro lado, el número de viajes que hacen los españoles para fomentar el turismo de negocio cada año se ve mermado, lo que refleja, irónicamente, que España ingresa en turismo de negocios pero no invierte tanto en ellos. Estas situaciones son las que pueden hacer peligrar el óptimo estado de salud de nuestro turismo de congresos si no se toman medidas. Es por eso por lo que estos esfuerzos deben estar enfocados no solo en no perder terreno con nuestros países vecinos, sino en seguir escalando posiciones hasta poder competir con Estados Unidos a nivel internacional. Para alcanzar ese objetivo, tanto las empresas privadas como las Administraciones públicas deben invertir en el turismo de negocios para que nuestra economía y turismo sean un reflejo de la influencia de España en la economía mundial.

Las empresas españolas deben, pues, fomentar el turismo de negocios nacional para contribuir desde dentro a fortalecer las raíces de los congresos y ferias, consolidando así la infraestructura española para acoger este tipo de turismo. También se debe hacer un esfuerzo para fomentar el turismo español de negocios fuera de nuestras fronteras. La inversión que se haga en este tipo de turismo reforzará la imagen exterior que tiene nuestro país y proporcionará los embajadores perfectos para que esa inversión tenga un retorno en el turismo en nuestro país. España tiene que ser un fiel reflejo de lo que ofrece.

Y, por supuesto, el reto más importante al que se enfrenta el turismo de negocios es la innovación. Como se puede comprobar, este sector es de los mercados más competitivos que existen, por lo que no se puede ceder ni un palmo de terreno para no caer en modelos caducos y superados. Por tanto, la innovación, la movilidad, la omnicanalidad y las TIC deben ser las asignaturas más exigentes para captar y fidelizar congresos y asistentes de los mismos. Para ello hay que caminar siempre al ritmo de las tendencias, tanto tecnológicas como sociales, y apostar por las nuevas tecnologías como herramientas que aporten un valor diferencial que permitan a España estar siempre a la vanguardia del turismo de negocios.

César Chiva es CEO de Executive Forum y Profesor de la UCM

Fuente: Cinco Días