Telefónica España ha recibido más de 1.300 solicitudes para su plan de bajas voluntarias (Plan de desvinculación o PSI), incluido en el convenio colectivo, para este ejercicio de 2018. Según fuentes sindicales, la cifra supone en torno al 75% del total de empleados de la operadora que podían adherirse a este programa de desvinculaciones en este ejercicio.

Al plan podían adherirse en 2018 los trabajadores con una edad mínima de 53 años (en este caso nacidos en 1965), y una antigüedad mínima en la compañía de 15 años.

Bajo el plan, los empleados que se hayan adherido tienen derecho a percibir el 68% del salario regulador hasta la jubilación, con la posibilidad, si quieren, de volver a reengancharse. Además, Telefónica se hace cargo de las cotizaciones a la seguridad social de estos trabajadores de cara a sus futuras pensiones.

Al cierre de 2017, la plantilla total de Telefónica en España era de 27.291 empleados, un 5% menos que a la conclusión del año anterior. A final de 2015, la plantilla de Telefónica España era de 32.171 empleados, incluyendo DTS.

El PSI ha estado abierto a los trabajadores de las filiales Telefónica de España, Telefónica Móviles y Telefónica Soluciones. Inicialmente, el plan estuvo abierto en 2015, 2016 y 2017, si bien el acuerdo alcanzado para prorrogar el convenio colectivo un año más, dejó la puerta abierta para nuevas adhesiones en 2018.

No obstante, junto a las salidas voluntarias derivadas de este plan, la compañía ha dado entrada a nuevos trabajadores en su filial española, entre los que destacan los miembros de distintas promociones de becarios. Además, Telefónica lanzó hace pocas semanas una convocatoria para contratar nuevo personal especializado en el área comercial, tanto para pymes como grandes corporaciones y administraciones públicas.

La operadora afrontó unas provisiones de reestructuración por gastos de personal de 89 millones de euros en el cuarto trimestre de 2017 y de 76 millones en el primero.

Fuente: Cinco Días