Los clientes son cada vez más exigentes con lo que hay detrás de los productos que consumen, y las ventajas de la era digital los ha llevado a estar más informados e implicados. Esta fue la conclusión a la que llegaron José Carnero y María García después de diversos estudios de mercado. Descubrieron a un consumidor interesado por el impacto social y medioambiental de las empresas, y su disposición a penalizar o favorecer marcas y productos según estos valores.

Pensaron en un negocio rentable que a la vez generase riqueza social: “Las empresas tienen una oportunidad y una obligación con la sociedad”, explica Carnero. “Nosotros mismos, al igual que la mayoría de los trabajadores hoy en día, estábamos buscando una firma con un propósito”. Así nació hace cuatro años Innuba, una consultoría que además de guiar a sus clientes en publicidad e imagen de marca, los ayuda a diseñar productos y servicios bajo esta filosofía.

A la experiencia de Carnero como emprendedor —había creado antes la fundación Unoentrecienmil dedicada a la lucha contra la leucemia infantil— se sumaron los más de 20 años de García como profesional en consultoría de marca y consumo. David Alayón aportó un perfil más técnico, con una formación de ingeniero informático y una trayectoria en innovación tecnológica y comunicación online. Los tres directivos levantaron las bases de la empresa en 2016, una vez planteada la idea a un grupo de clientes. “Conseguimos nuestro primer contrato antes de terminar de montarla. No nos hicieron falta rondas de financiación, al principio fuimos creciendo a base de construir proyectos de bajo coste”, explican sus fundadores.

Su cartera de clientes fue creciendo hasta incluir grandes compañías como Leroy Merlín, Coca-Cola, Viceroy o Accenture. En 2018, Innuba creó para Yoigo la plataforma “Pienso, luego actúo”, un servicio pensado para contactar con los usuarios y lograr que emprendedores sociales (ONGs, activistas…) consigan financiación para sus proyectos. El éxito les permitió consolidar su equipo, con 14 personas en plantilla y docenas de colaboradores especialistas en diversos campos (llamados innubers).

Este último año, además de los servicios de consultoría, los tres directivos han transformado sus conocimientos sobre economía circular, sostenibilidad e impacto social en una escuela de formación para empresarios y emprendedores que busquen dejar un legado beneficioso para su comunidad. Para crear este producto, la compañía ha realizado una fuerte inversión y cierra 2019 sin pérdidas ni ganancias tras cumplir su compromiso de donar un 30% del beneficio a obras sociales. Con una facturación que ha crecido un 50% en el último ejercicio hasta superar 1,5 millones de euros, la apuesta de Innuba está consiguiendo sus objetivos.

Fuente: El País