Volkswagen, el mayor fabricante de automóviles del mundo, ha cambiado su cúpula directiva este jueves. El anterior presidente ejecutivo del grupo, Matthias Müller, ha sido sustituido por Herbert Diess, que hasta ahora ocupaba el cargo de jefe de la marca VW, según ha anunciado la compañía alemana en un comunicado. 

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«El Consejo de Administración y el Consejo de Supervisión de Volkswagen han decidido revisar exhaustivamente la estructura de gestión del grupo», ha escrito la compañía en el texto publicado esta tarde. «Volkswagen continúa transformando sistemáticamente su negocio y estableciendo una gestión más eficiente en una fase de cambio altamente dinámica en la compañía y en toda la industria automotriz», añade la empresa, que especifica que Müller deja el cargo de común acuerdo y con efecto inmediato y que su susituto será Diess.

Los cambios fueron adelantados en un breve y extraño comunicado dado a conocer en la mañana del martes. En este aviso, el grupo solo señalaba que Müller había sido informado de los cambios y que este había mostrado su disposición a participar en los mismos. «Volkswagen considera que es necesario un desarrollo en la estructura directiva del consorcio, que podría estar también vinculado con cambios de personal en el comité ejecutivo», señalaba el comunicado.

El responsable mundial de Compras del grupo, Francisco Javier García Sanz, también deja por voluntad propia su cargo en el comité ejecutivo, del que es miembro desde 2001, así como el director de Personal, Karlheinz Blessing, que será sustituido por Gunnar Kilian, hasta ahora portavoz del presidente del comité de empresa y gran conocedor de la compañía.

Diess también será responsable en el comité ejecutivo de Desarrollo e Investigación y de Tecnología de la Información del vehículo; Rupert Stadler, que es el jefe de la marca Audi, también será ahora responsable de las Ventas del grupo, y Oliver Blumen, el jefe de Porsche, estará a cargo de la Producción del grupo. El director Financiero, Frank Witter, también será responsable de la Tecnología de la Información de la empresa.

Con la gestión de Müller el grupo pudo anunciar con orgullo que sus beneficios en 2017 habían alcanzado los 11.354 millones de euros. Los resultados parecían indicar que el grupo estaba comenzando a dejar atrás el dieselgate,el sonado caso de manipulación en la emisión de gases contaminantes en millones de coches. Este escándalo hizo posible que Müller cambiara su oficina en Porsche, donde era el máximo responsable de la marca, a Wolfsburgo, ciudad-sede del grupo Volkswagen. En una entrevista con la revista Der Spiegel, Müller había señalado que la cúpula directiva del grupo debía ser más «femenina, joven e internacional».

Fuente: El País